La actriz norteamericana Lindsay Lohan, quien se encuentra internada en una clínica de Palm Springs para desintoxicarse, confesó que se le acabó el dinero.
“Ella indicó que no puede seguir pagando la internación y que por eso necesita trabajar. La acusada dejó claro que su negocio de ropa se está desmoronando porque ella no puede supervisarlo personalmente”, destacó un allegado a la estrella.
También trascendió que Lohan le pidió al juez que lleva el caso una terapia ambulatoria porque necesita trabajar para seguir generando dinero.
El juez del Tribunal Superior de Los Angeles Elden S. Fox ordenó la semana pasada la actriz continúe su programa de rehabilitación hasta el 3 de enero.
La sentencia de Fox implica que Lohan no volverá a la cárcel de mujeres de un suburbio de Los Angeles por cuarta ocasión.
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